YOSHUA OKÓN

Esta obra examina la cultura en torno al Pitbull Americano, una raza creada específicamente para pelear. Okón reúne un grupo de diez perros machos para montar un performance. Éste consiste en una coreografía de pasos sincronizados entre los caninos, mismo que posee un tono altamente ritualístico. La deliberada artificialidad se combina con una adherencia a lo concreto, lo que resulta en una fuerte tensión entre lo coreográfíco y los repentinos desplantes de agresividad de los perros. La pieza explora la co-existencia entre humanos y animales, nociones de violencia y la relación entre estos dos temas. También explora la alienación en el contexto de nuestra fantasía de controlar a la naturaleza.